lunes, 15 de diciembre de 2008

la enfermedad del aburrimiento

"Estando aburrido uno puede hacer cosas terribles, cosas que siempre cuestan algún grave disgusto. De hecho, si las hace uno es precisamente para eso, para llevarse un disgusto, y dejar así de aburrirse."

Firmin, de Sam Savage.

Filosofía de baratillo, protagonizada por una rata erudita. Independientemente de su procedencia, si trascribo esta cita es porque me la puedo aplicar al dedillo. Frente al aburrimiento, despertar el cataclismo es la mejor medicina. Por supuesto que se vuelve en tu contra, que poco después lamentarás no aburrirte y haber pasado a preocuparte por cualquier movida, pero esa actitud solo responde al esfuerzo por mantener las apariencias con uno mismo.

Jugar de esa manera con lo que sucede a tu alrededor es una forma de reinterpretar la realidad. Es lo más encantador de la imaginación: existe infinitas realidades, quien sabe si una de ellas contará con el privilegio de ser la verdadera. No importa. Lo bueno es contar con varias, y cada día o cada rato pasear en un escenario diferente, y por fin nunca aburrirse.

2 comentarios:

Milhaud dijo...

Los problemas imaginarios que crea el aburrimiento siempre he pensado que son los más difíciles de solucionar, porque nunca tuvieron origen. Lo hemos hablado alguna vez ¿cierto?

eloidodelmundo dijo...

Ahora mismo me estoy leyendo Firmin, y es realmente alucinante...

Me alegra que alguien le dedique unas lineas!

Un saludo